martes, 17 de julio de 2012

El Sendero hacia la Libertad


Bismillahi Rahmani Rahim
No podemos combatir a nuestros opresores culturales con las mismas armas que ellos han utilizado sobre nosotros mismos. Sería una completa falta de sensatez, como combatir el cáncer inoculándole un mayor número de células enfermas. Esto sólo puede ocasionar la lógica autodestrucción del organismo, sobre todo cuando el mismo organismo dispone de la forma más adecuada de combatir, enfrentar y vencer la enfermedad, por más virulenta que esta sea. No podemos ser libres cuando aún nos permitimos comer de la mano de quien nos esclaviza, cuando aún nos permitimos pensar de la manera que él piensa, siguiendo sus parámetros y ajustándonos pasivamente gustosos a ellos. Es imposible.

Por lo tanto debemos ante todo poner claridad en nuestro camino y estar alertas de cuales son realmente los peligros que nos impiden avanzar. El Creador Todopoderoso nos ha otorgado ciertas herramientas de las que hemos demostrado desconocer su valor. Y mientras no les demos la correcta utilización vamos a continuar en las penumbras que nuestros opresores han forjado para aislarnos y ultimarnos.

Claro está: la peor penumbra es la que nos forjamos a nosotros mismos al ignorar cuál es realmente nuestra posición en el mundo, cuál es nuestro objetivo y qué misión tenemos que cumplir. Y así damos con el gusto a quienes se benefician de nuestra ignorancia y de nuestra necedad. E insistimos, ¿cómo vamos a ser capaces de despertar cuando solamente creemos disponer de un sueño programado para no terminar mientras no descubramos lo que realmente somos? Si buscamos donde no debemos, jamás vamos a encontrar lo que por derecho nos corresponde y seguiremos cavando en el interior de la madriguera que sólo suma oscuridad a nuestro encarcelamiento interior.

La única manera de recuperar la libertad es regresar a nuestra Tradición, a nuestra propia identidad espiritual y cultural, perseverar en su fortalecimiento y cuidado, para así desarticular la estratagema ideológica que genera subversión, división y violencia, lo que conviene a los intereses opresores de nuestros conquistadores.

Debemos reforzar el sentido de responsabilidad, jamás olvidar que llegará un momento en que deberemos entregar nuestras almas y que se nos pedirán cuentas de todo lo que hemos hecho, dicho, pensado y sentido.

Mientras estemos obcecadamente ebrios con los productos que nuestros opresores nos ofrecen para mantenernos aislados en una ilusoria caricatura de realidad, no vamos a ser capaces de afrontar lo que nos espera y seremos los únicos culpables de nuestra propia ruina.

Debemos aprender a utilizar las herramientas que el Todopoderoso ha puesto a nuestra disposición para que hagamos nuestro tránsito de manera correcta y sabia: discernimiento e inteligencia. ¿Cómo reconoceremos lo que nos daña y perjudica sin el auxilio de estas herramientas? Y allí también el Todopoderoso ha dejado instrucciones para que las utilicemos de la forma que mejor conviene a nuestro desarrollo: Islam, de la mano del más grande Maestro para toda la humanidad, Sayidina Muhammad (asws).

Mientras busquemos donde no debemos, jamás vamos a dar con lo que por derecho nos corresponde.

Herramientas e instrucciones de uso están allí, a nuestra disposición. Sólo debemos llevar a cabo un mínimo esfuerzo de voluntad… voluntad que la tiranía pretende anquilosar con sucedáneos artificiales que sólo estimulan el sueño de la conciencia y engrosan el engaño del enemigo interior que necesariamente debemos aprender a conocer.

El dormir demasiado también llega a corromper nuestro sentido del compromiso. No conocemos el compromiso porque desconocemos el pacto que hemos hecho con nuestro Señor.

Por lo tanto debemos comprometernos con la Verdad que está en nuestro origen y desbaratar la urdimbre de lo mentido que nos mantiene sujetos a una humillante representación de nosotros mismos. La Verdad siempre termina manifestándose a si misma, y esta manifestación da vida como destruye: da vida cuando voluntariamente reconocemos su pulso en nosotros mismos y por ella nos transformamos y trascendemos la vileza para alcanzar nuestra originalidad; destruye cuando reincidentes en un estado de inconsciencia consentida vamos a su encuentro envilecidos y opacos, faltos de brillo y luz. Nosotros elegimos qué situación se ajusta mejor a nuestras intenciones.

O despiertas, o te harán despertar, y tú te haces todo a ti mismo. No te dejes engañar. Abre los ojos, la gran mentira del mundo no resiste al menor destello de luz. Nada nos oprime más que nosotros mismos permitiéndonos ser oprimidos por lo que es ajeno a nuestra naturaleza y que sólo busca devorarla en su total indefensión.

Regresa a lo Sagrado, no hagas de tu Tradición un justificativo para la desidia de tu ego ni un medio para publicitar las inclinaciones que el opresor sugiere a tu debilidad.

 Que tu vida sea Islam; a los ojos de tu Señor Todopoderoso tendrás más valor que el mundo y lo que contiene. Así te conquistarás a ti mismo y podrás derrotar a quienes te esclavizan en el interior y el exterior. Es el único Sendero hacia la Libertad.

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