sábado, 5 de enero de 2013

Nuestra Identidad: El Origen del Gaucho


Generalmente el tipo de español que originó al gaucho era el andaluz y también el portugués, que tienen en su origen étnico un importante aporte morisco. Vinieron a estas costas (Argentina) también muchos moriscos puros, como se verá más adelante.
Moriscos son los moros de la península hispánica, cristianizados por la fuerza en su mayoría, y algunos por propia voluntad. Pero esa conversión en realidad era falsa ya que interiormente seguían siendo musulmanes, como se explicará en esta nota.
Los Gobiernos Españoles cristianos, en virtud de la inquisición, perseguían, mataban (a muchos los arrojaban vivos a la hoguera), y torturaban física y mentalmente a los moros musulmanes y a los judíos por su religión, obligándolos por la fuerza a convertirse al cristianismo. Así resultaron los llamados "cristianos nuevos"; sin embargo, esa conversión no era auténtica, y los inquisidores se daban amplia cuenta de ello. Hasta hubo quienes aconsejaban matarlos por esa causa.
Los moros musulmanes falsamente convertidos al cristianismo se denominaban "moriscos". En realidad, éstos conservaban una fuerte conciencia islámica, por lo que interiormente seguían siendo musulmanes. Esa conciencia, en una forma de decir, "quedó estampada a fuego en el corazón" para siempre, y en realidad no se puede modificar por nada, sobre todo cuando se la quiere hacer cambiar por la fuerza, con castigos terribles, etc.
A los moriscos se los seguía persiguiendo y torturando implacablemente. La tortura es algo terrible, pero lo es más aún cuando la persecución y la opresión son mentales y psíquicas. Las secuelas lógicas son de odio concentrado e imborrable, principalmente en los moriscos, que ya de por sí eran de características especiales, huraños y cerrados en sí mismos, y en quienes más se observaron sus efectos, como en sus descendientes cristianos, los gauchos.
La persecución no era sólo por el culto, sino que abarcaba hasta los detalles más insignificantes. Desde el idioma árabe, usos y costumbres, hasta en las comidas, diversiones, etc. En definitiva, se pretendía producir un cambio total de conciencia por la fuerza, que no quedara ni un atisbo de mentalidad que no fuera cristiano-española, cosa absurda e imposible propia de un delirante fundamentalismo. Esto redundó en un espantoso genocidio de musulmanes y judíos reconocido completamente en la actualidad por las autoridades de la Iglesia Católica. ¿Podría siquiera pensarse que Cristo infundiera y alentara semejantes crímenes? Es aberrante con sólo pensarlo.
En España y Portugal se denominó 'moros' a los árabes y bereberes musulmanes de distintas etnias que ingresaban a la península Ibérica desde el norte de África. Sucede, entonces, que los moriscos que llegaron al Río de la Plata eran mayoritariamente de Andalucía y Portugal, y eran del tipo árabe puro, muchos de los cuales descendían de los nómadas que habitaban los desiertos del norte de África.
En un temprano principio, los españoles cristianos traían moros y/o moriscos que llevaban prisioneros después de la reconquista cristiana, para incorporarlos por la fuerza al ejército español en América. Luego se sumaban mercenarios andaluces que preferían escapar de la inquisición (por acuciantes problemas de subsistencia) y de aquel infierno que los devoraba, y aventurarse en América como soldados rasos, para luego, si se presentaba la oportunidad, escapar a la libertad en los desiertos pampeanos (esto último potenciado por el abuso militar). Miles y miles de moriscos de España escapaban hacia América por causa de la inquisición, y poco a poco se fueron mezclando con los criollos (descendientes puros de españoles y portugueses nacidos en esta tierra).
Es importante destacar que desde 1585 hasta 1609 aproximadamente, ingresó a Brasil desde Portugal una enorme cantidad de moriscos que huían de la inquisición en barcos que eludían los controles. Posteriormente desde Brasil ingresaron al territorio de la actual Argentina, a causa de ser expulsados por la misma inquisición por sospechar de que eran musulmanes falsamente cristianos.
De todo lo expuesto se deduce la cantidad de elementos de origen hispano-musulmán que trajeron los moriscos al Río de la Plata, que se incorporaron a la cultura gaucha como por ejemplo: el freno criollo, la 'pontezuela' del freno, la guitarra criolla, el recado criollo, la escuela de equitación denominada 'de la jineta', las primitivas espuelas y estribos, la montura española-morisca de arzones altos, el 'fiador', antecesor del actual bozal para usar en el caballo, el juego de la 'taba', que antes se denominaba 'kaba', el juego de naipes llamado 'truco', la albarda, la alforja, la corrida de sortija que aún hoy se practica en Marruecos, la 'bombacha' criolla (pantalones holgados que aún hoy se conserva en el mundo islámico como ropa tradicional para el hombre), el pañuelo serenero, el tirador con la rastra, el 'velorio del angelito', que tiene un antiguo origen en los moros de España únicamente, la primitiva y auténtica cocina criolla que no admitía carne de cerdo, y cientos de cosas más. El gusto por ciertas frutas (higo, melón, etc.) y dulces (alfeñique, alfajores con dulce de leche, el arrope, etc., creados por ellos). También los buñuelos, pastelitos y empanadas, todo de su creación. Las empanadas sin carne de cerdo fueron introducidas en Andalucía y en el sur de Italia, y de allí se extendieron a todo el mundo; la tortilla criolla de papas, no contiene carne de cerdo, fue creada por los moriscos. El chorizo criollo tampoco contiene cerdo. En cambio la empanada y la tortilla de papas españolas sí contienen (de aquí el chorizo colorado español). También de origen moro el gusto bien marcado por los alimentos muy dulces y la preferencia en utilizar mucha azúcar.
En el ámbito de la música también el origen de la zamba y la cueca, que derivan de la zamacueca, ésta de la sevillana española, ésta a su vez de una música antiquísima de los moros (lo mismo puede rastrearse ya desde el África negra con la milonga). La modalidad romana de estampar un animal con una marca a fuego en la cabeza fue remplazada por el Profeta Muhammad (asws) por una marca a fuego en la parte menos dolorosa del cuerpo, costumbre que luego se generalizó en todo el mundo. También de origen musulmán el sacrificar los animales mirando hacia el este, práctica que los musulmanes llevan a cabo hacia la Ka'ba, o sea, el este. La mentalidad obstinada del gaucho era semejante a la del beduino árabe, su tipo de vida seminómade, la resignación ante su sino, las ansias de ser totalmente independiente, por su cultura (vestimenta y demás), etc.
Son numerosos los escritores e historiadores argentinos que mencionan el tipo andaluz y el origen arábigo del gaucho: Mitre, Sarmiento, Leopoldo Lugones, Juan Lezica, Pedro de Paoli, Julio Llanos en el 'Diccionario Argentino', el Profesor Juan Yaser en su libro 'Fenicios y Árabes en el Génesis Americano', F. Sanchez Zinny en su libro 'El Gaucho', Vicente Fidel López en su libro 'Manual de Historia Argentina', Federico Tobal, Estanislao Zeballos en su libro 'Callvucurá-Painé-Relmu (el pasado Argentino), Ibrahim R. Hallar en su libro 'El Gaucho: su originalidad Arábiga', Santiago M. Peralta en 'Influencia del Pueblo Árabe en la Argentina', el libro 'La Fe de Martín Fierro' del Padre Francisco Campañy, además referencias de Jorge Luis Borges sobre el gaucho del Río de la Plata y témperas del pintor Eleodoro Marenco sobre tipos gauchos entre 1800 y 1900 en el Río de la Plata, donde se aprecia el tipo andaluz puro en los primeros gauchos.
Estas referencias nos dan a entender que en el siglo XIX se sabía perfectamente bien acerca del origen del gaucho; sin embargo, en el siglo XX surgió otra corriente deformatoria de la verdad, tendiendo una sombra sobre el origen hispano-musulmán, haciendo hincapié en el origen mestizo con el aborigen, que si bien ocurrió en muchos casos (no en todos), no es definitorio del gaucho (recordemos que también hubo gauchos criollos puros y gauchos mulatos).
En conclusión, el gaucho, entre otras cosas, heredó la mentalidad obstinada del beduino del desierto, la fortaleza física, la gran defensa orgánica que lo hace resistente a las enfermedades o bien permite que se recupere fácilmente de muchas dolencias, etc. No olvidemos que los musulmanes dominaron España y Portugal por casi ocho siglos, dejando una huella biocultural muy marcada.
En España y Portugal, los cristianos puros no compartían los usos y costumbres de los moriscos, su mentalidad, el idioma, religión, gustos y diversiones, cocina y demás; es más, despreciaban, aborrecían y perseguían todo esto de una manera brutal. Todo ello fue atrozmente reprimido por un terrible fundamentalismo cristiano. Era tal la persecución que, aparte del odio que generó en los vencidos, produjo un resentimiento interno y una rebeldía extraordinariamente grande que fue transmitida a sus descendientes, los gauchos, y esto explica por qué estos resentían un gran sentimiento de libertad e independencia y se rebelaban y sublevaban contra la autoridad. Tenían un resentimiento antiguo hacia las mismas y la sociedad española pura que habitaba principalmente los centros poblados y también contra ciertos estancieros españoles que pertenecían a la elite (ejemplos son los gauchos que pertenecieron a la vanguardia guerrillera liderada por Martín Miguel de Güemes en las guerras de independencia).
Por otro lado, las autoridades españolas del Río de la Plata también perseguían a los gauchos, y éstos siempre se levantaban en legítima defensa contra las injusticias, atropellos y arbitrariedades lanzadas hacia ellos, e igualmente reaccionaban cuando veían injusticias hacia terceros. Vemos cómo estas nobles características fueron heredadas de sus antepasados musulmanes. Otro rasgo evidente heredado de sus antepasados fue el nomadismo que lo llevaba a no aceptar trabajo que no fuera de a caballo, rasgo potenciado por el hecho de que nunca fue agricultor.
Un error actual muy difundido es confundir al hombre que realiza las "tareas de gaucho" (o la tarea ganadera argentina, a caballo), sin tener el origen étnico del mismo, ni su tipo de vida, mentalidad y demás, con el verdadero gaucho neto de antes. Aquellos son 'agauchados', ya sean criollos o extranjeros, o descendientes de extranjeros no hispánicos. Lo que quedó de todo eso, al fin de cuentas, es una 'cultura gaucha', que forma parte muy importante de nuestra Identidad Nacional.
El gaucho no era una clase social. Era un grupo social diferenciado, con su tipo particular de vida, mentalidad, una cultura que lo caracterizaba y raíces étnicas hispano-musulmanas, aunque con el tiempo se fue mestizando en su gran mayoría, y paulatinamente con aborígenes, algunos negros africanos y también con gallegos y vascos que iban ingresando al país, sobre todo después de la independencia. Constituyeron un pueblo con características propias, único en el mundo.
Hasta la década de 1870, una cuarta parte de la población rural en la zona pampeana, podía ser clasificada como gauchesca. Luego desaparecieron como grupo social diferenciado y sólo quedaron los peones o jornaleros.
Otra cosa interesante, Ricardo Gutiérrez Molas, principal erudito argentino en temas gauchescos, estima que un 30% de la población rural de Buenos Aires puede haber sido pasada por alto en el primer censo nacional de 1869, justamente por sus características seminómades. Ese porcentaje era principalmente de gauchos.
Hubo un enfrentamiento abierto entre la elite europeísta, o sea los gobernantes y principales dirigentes europeizados o sea extranjerizados, los cuales se consideraban 'unitarios civilizadores', y la población tradicional que era considerada 'el pueblo bárbaro', encabezado por los caudillos federales que dirigían las masas rurales del interior (las masas que los unitarios consideraban como 'bárbaros'). Eso fue lo que la historiografía oficial liberal basada en los gobernantes y escritos liberales o unitarios del siglo XIX, ha descrito la sociedad rural en términos del conflicto entre 'Civilización y Barbarie'. De allí viene la consideración de 'bárbaros' hacia los gauchos, cosa totalmente injustificada.
Tanto Rivadavia, Lavalle, Mitre y Sarmiento, perseguían y exterminaban a los gauchos por cuestiones políticas y por su tipo de vida seminómade, su cultura, y además por ser la mayoría federales que seguían a sus caudillos, quienes los protegían de las injusticias que pesaban sobre ellos, ya que las montoneras federales se oponían a las pretensiones políticas, económicas, sociales y culturales de los gobernantes unitarios, especialmente a las vinculaciones internacionales (por medio de tratados), con objetivos que iban a desmedro de nuestro pueblo, nuestra economía y nuestra identidad como Nación. En la Argentina del siglo XIX, los gobiernos unitarios tenían tratados secretos con las potencias europeas (Inglaterra y Francia), de carácter político y económico principalmente, que beneficiaban a dichos países en detrimento de nuestro pueblo y nuestra economía, influyeron en la persecución y exterminio de los gauchos, ya que las montoneras federales entorpecían sus planes y negocios. Dichos tratados secretos firmados, fueron descubiertos por el renombrado escritor argentino Ernesto Quesada, cerca del año 1900, al encontrarlos en el archivo privado de su abuelo político que era un acérrimo unitario, al morir éste.
El conflicto 'elite extranjerizada-población tradicional' es el motivo central de la historia de América Latina en el siglo XIX. El eje de la perseguida existencia del gaucho está constituido por las restricciones en la libertad personal y económica.
Los primeros gauchos fueron soldados andaluces que desertaron del ejército español y huyeron al desierto pampeano. Por esta razón fueron perseguidos por las autoridades mediante el ejército, y esto ocurrió durante toda la colonización española. Cuenta la leyenda que el primer gaucho fue un soldado raso andaluz llamado Alejo Godoy en el año 1586. Después continuaron desertando miles de soldados andaluces a causa de injusticias, malos tratos, mal pagados, y como decían ellos por "la podredumbre en la forma de vivir". A partir de la zona pampeana posteriormente se extendieron por gran parte del país. Por esto es que la mayoría escapaba al registro de los censos y aún al servicio militar hasta fines del siglo XIX.
Sobre el tema del origen morisco directo del gaucho, todo fue ocultado por las autoridades de España y Portugal, y aún en la zona del Río de la Plata también fue ocultado por los mismos moriscos y la mezcla de éstos con españoles cristianos, por temor ante la persecución de la inquisición. Los moriscos y sus descendientes en América ocultaban su origen, muchos cambiaban sus nombres y apellidos, aunque mantenían un fondo mental musulmán disimulado que se transmitía a sus descendientes ya cristianizados, como así también elementos de su cultura. En la época de la colonización española nadie se atrevía a escribir sobre esta realidad.
Después de la independencia, aparecieron escritores que comenzaron a hacer circular ampliamente la corriente hispano-musulmana del origen del gaucho, hasta que muy avanzado en el tiempo se comenzaron a tergiversar las cosas, ignorando maliciosamente el origen morisco del gaucho, y formando la corriente indigenista que falsamente atribuye al aborigen la formación del gaucho. Nadie discute que hubo un gran mestizaje con el aborigen de manera paulatina; pero eso no justifica en absoluto el origen del gaucho, sino que el mismo tiene sus raíces mucho más lejanas, como queda evidenciado en estas notas.
Aún más, sabemos que hace unos cinco años aproximadamente, la BBC de Londres, que goza de prestigio internacional, difundió la noticia de que ese mismo año se halló documentación oficial oculta en España desde la época de la inquisición, que atestigua el éxodo de miles y miles de 'musulmanes' a América. Es decir, se confirma oficialmente la llegada de muchísimos musulmanes desde España y Portugal.
Continuaremos ahondando en estos temas, Dios mediante.

Fuente: Revista Identidad.

Correcciones y comple1mentos: Raíces y Sabiduría.

Vínculo relacionado: El origen Musulmán del Gaucho

No hay comentarios:

Publicar un comentario